Realizar actividades diarias mejora la evolución de los pacientes con discapacidad permanente en la vejez, pero los factores socioeconómicos sólo influyen de manera marginal
Un estudio demográfico liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) muestra que desarrollar una vida social activa mejora la calidad de vida de las personas mayores con discapacidad crónica, y observa que los ingresos familiares o el nivel educativo sólo afectan al riesgo de muerte de manera marginal.
El trabajo, publicado en la revista PLOS ONE, propone...