Tomás García Azcárate (IEGD) expone en el Parlamento Europeo 28 propuestas para mejorar la gestión de los mercados agrarios
El investigador del Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC participa en el grupo de expertos que dará forma a la nueva legislación europea sobre agricultura
El Parlamento Europeo ha pedido a tres expertos que analicen la propuesta de reforma agrícola que ha presentado la Comisión Europea. Tomás García Azcárate (IEGD, CCHS-CSIC)) del Instituto de Economía, Geografía y Demografía ha asumido la parte dedicada a la gestión de los mercados. Los expertos debatirán con los parlamentarios el próximo 15 de octubre el informe elaborado: Research for AGRI Committee – The CAP beyond 2020: appraisal of the EC legislative proposals. Una parte del estudio se dedica al análisis y exposición de motivos, y, otra parte, son propuestas concretas para que los parlamentarios preparen enmiendas a la nueva ley. En el caso de García Azcárte, se trata de veintiocho propuestas sobre la gestión de los mercados agrarios. Por un lado, se trata de aumentar la transparencia, que haya más información fiable y disponible para los operadores y, por otro, se trata de mejorar la relación entre la política de la competencia y la política agraria.
Resolver una contradicción
En palabras del investigador: "La política de la competencia persigue los cárteles defendiendo a los consumidores, con mucha razón; en cambio la política agraria, en una cadena agraria desequilibrada, está favoreciendo la organización de los productores para que puedan generar valor. Ahí hay una contradicción. En los textos jurídicos se resuelve siempre y cuando las medidas excepcionales que se adoptan a favor de la agricultura, que es distinta a otros sectores, estén explícitas en la propia ley." Así, la propuesta de García Azcárate está orientada a abrir muchas posibilidades de excepción para que no se aplique la ley de la competencia y los agricultores se puedan organizar. García Azcárate señala que "es necesario abrir tantas excepciones porque, dependiendo de cada caso, interesará un instrumento u otro". Y lo explica con un ejemplo: "En España en el mercado del aceite de oliva el mecanismo que parece que funcionaría mejor es el de la interprofesión igual que en el de las frutas y hortalizas; pero en otros mercados pueden ser asociaciones de organizaciones de productores, incluso de diferentes países". Con las nuevas enmiendas se trataría de abrir posibilidades para que, frente a los problemas, los agricultores puedan organizarse de la mejor manera posible, protegidos de la aplicación del derecho de la competencia". De todos modos, según Azcárate, hay que introducir una limitación para que los productores no puedan poner precios no razonables a los consumidores: "Hay que jugar con el equilibrio entre que el agricultor reciba un precio digno y que el consumidor no pague un precio que no sea razonable. Y a este equilibrio es a donde se dirigen las enmiendas".
En el campo de la agricultura hay dos formas de organizarse, una son las organizaciones de productores, que a veces son cooperativas y asociaciones y que pretender mejorar sus posición en la cadena de los agricultores; y, luego, están las organizaciones interprofesionales, formadas por los productores, las cooperativas, el comercio, la industria de transformación e incluso la distribución.
El investigador explica que "todos tienen interés en que no se disparen los precios ni en que se les bajen mucho, y podrían ponerse de acuerdo para poner en marcha medidas que estabilicen los precios. Sin embargo, hoy en día, estos mecanismos no son posibles pues son incompatibles con la ley de la competencia". La idea es especificar en la nueva legislación, a través de las enmiendas, qué tipo de acuerdos podrían hacerse entre organizaciones de la cadena agrícola, siempre que los precios sean razonables para el consumidor. Tomás Azcárate se muestra optimista respecto a que los parlamentarios sean receptivos ante estas propuestas, dado que se trata de medidas que no suponen coste presupuestario y aseguran precios razonables que satisfarían a agricultores y consumidores.
Larga trayectoria profesional en la UE
Tomás García Azcárate tiene una amplia experiencia profesional en la Dirección de Agricultura de la Comisión Europea, e incluso participó ya en 1979 en los trabajos técnicos preparatorios de la Política Agraria Común ante la adhesión de España a la Unión Europea, a través del Ministerio de Agricultura. En 1986, fue el segundo funcionario español que entró en la DG de Agricultura en la UE donde durante 29 años ha ocupado diversos cargos de responsabilidad. García Azcárate considera que su contribución principal en este terreno ha sido la de ser "el padre intelectual del esquema de organización de productores que hay hoy en día en Europa". Desde 2015 ha vuelto a desarrollar su trabajo como investigador en el IEGD, instituto del CSIC en el que había obtenido plaza en 1986. Mientras, sigue siendo un referente en Europa sobre gestión de mercados agrarios y organización de la cadena alimentaria.
